Día Mundial del Braille 2023, una fecha para conmemorar

Día Mundial del Braille 2023

El Día Mundial del Braille es hoy, 4 de enero, y, un año más, desde Letras A Ciegas lo reivindicamos como algo más que una fecha en el calendario de las Naciones Unidas. Es un recordatorio de la importancia y peso que tiene la accesibilidad y la independencia de las personas ciegas. Es una llamada a la conciencia sobre la trascendencia del braille como método de comunicación escrita, para las personas con nula o baja visión.

Repasemos qué es el braille en el Día Mundial del Braille.

El braille es una representación en relieve de un alfabeto táctil, con símbolos numéricos, ortográficos y de puntuación, donde seis puntos se combinan entre sí, muy variablemente, para representar letras, símbolos musicales, matemáticos y científicos.

¿Por qué el 4 de enero es el Día Mundial del Braille?

Llamado braille por su inventor, el francés y también invidente Louis Braille, se fechó su celebración el 4 de enero sencillamente para que coincidiera con el cumpleaños de su autor, hoy, ya fallecido.

A Louis Braille le debemos su existencia, y, a las numerosas escuelas e instituciones educativas que desde 1854 lo imparten a las personas ciegas, le debemos el mérito que haya llegado a nuestros días, legado de generación en generación, de profesorado o tutor a invidente.

El braille (lectura) un vecino no tan desconocido.

Pero el braille no es solo alfabeto o sistema de comunicación. Está presente en muchos aspectos generales de la vida. Lo reconocemos por encima en los botones de muchos ascensores, o en el nombre (que no en las instrucciones médicas) de muchos medicamentos; lo palpamos por encima en los cubos de Rubik y ladrillos de Lego, le tomamos la talla en los relojes y mapas y calculadoras.

En suma, en artículos que no dejan de ser un constante afán de innovación e integración, una adaptación que, indirectamente, y sin darnos cuenta, ayuda a que entendamos el braille de muchas otras formas variadas, aumentando de paso la alfabetización entre sus usuarios.

¿Qué significa todo eso? Que, aun cuando veas perfectamente, seguro que has tocado, palpado y detectado el braille en algún momento de tu vida.

Un abecedario bicentenario.

Este alfabeto lleva siendo utilizado desde el siglo XIX por personas ciegas y o con baja visión, para escribir y comunicarse libre y autónomamente, y para acceder y leer los mismos libros y las mismas publicaciones periódicas e informativas que los impresos en tinta y a los que el resto de las personas sin dificultad visual pueden acceder libremente. De ahí que el braille sea fundamental entre las personas ciegas, de cara sobre todo a su educación escolar, su libertad de expresión y opinión, en suma, todo un derecho humano de integración social.

¿Cuál es la situación del braille hoy en día?

No obstante, y aunque mucha gente sabe que el braille es accesibilidad y lectoescritura e independencia para los ciegos, lo cierto es que este sistema de seis puntos no está tan integrado en la sociedad como cabría esperar. Hoy en día, por ejemplo, raro es el restaurante que tiene la carta de su menú trascrita a braille, permitiendo que los comensales con problemas de vista puedan elegir qué pedir, sin necesidad de ayuda de otros terceros con vista.

Y donde digo restaurantes digo también bancos, templos religiosos, centros de salud y un largo etcétera. ¿Por qué, si de pedir se trata, no se hace realidad el poder ir al banco y leer el extracto de tu cuenta? (la accesibilidad digital y online es otro tema). ¿O ir al médico y leer en la consulta tu historial médico, en vez de esperar a llegar a casa y pedirle al móvil o a otra persona que nos lo lea? ¿O ir a misa, y seguir sin problemas las letras de los cánticos, al par que los demás? ¿O leer en braille esas emocionantes recetas, también llamadas facturas, ejem, que tan puntualmente nos mandan todos los meses los señores del gas, agua y luz?

El braille es un servicio con el que muchos negocios, sin gran coste adicional, pueden marcar la diferencia. Una diferencia de accesibilidad que empieza por algo tan simple como la igualdad de oportunidades, mismamente, o permitir que los ciegos mantengamos nuestras finanzas en privado (repito, dejando aparte la accesibilidad digital.

Más braille, más independencia.

Aunque se identifica sobre todo como un alfabeto, el braille es más que un sistema para leer y escribir. Es un código adaptado a muchos idiomas, muchos símbolos resumidos en apenas seis puntos. Es la confirmación de que podemos seguir aprendiendo y acumulando conocimiento, aun cuando nuestra vista se haya rendido a las tinieblas; la posibilidad de entablar contacto con el entorno que nos rodea, la capacidad de gestionar personalmente nuestros asuntos. Una declaración de independencia que, desde luego, vale la pena.

¡Así que dale seis puntos, y súmate al Día Mundial del Braille 2023!

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