El Audesc: Una Imagen de lo más Sonora

 

Si algo es capaz de influenciar a las personas es el arte en todas sus facetas, y ya sea para bien o para mal. Arte… ese, en forma de cine, pintura u obra de teatro que nos trae un soplo de ficción para olvidar el viento de la realidad, que convierte una erupción de ideas en un desfile de inspiraciones, que crea historias y nos hace creerlas. Un medio de entretenimiento, reflejo y representación de la sociedad.

Pero a veces una imagen no vale más que mil palabras.

Menos cuando esas palabras están bien escogidas y bien empleadas. Y desde ARISTIA PRODUCCIONES SLU lo saben. Es por ello que han hecho de la audiodescripción (acá Audesc) su contribución a la accesibilidad de imagen para uso y disfrute de toda persona con problema visual.

Porque todos tenemos derecho a disfrutar del arte en todas sus facetas, el Audesc es la cultura del arte servida en bandeja de accesibilidad. Un sistema de adaptación  que, ¡spoiler! describe, con audio, todas las imágenes, miradas, reacciones expresivas, aspectos físicos, movimientos silenciosos que acompañan a una producción audiovisual y que, de otro modo, un ciego no se pisparía de ello, por eso de no ver y tal.

Y es que a falta de vista, buenas son las descripciones.

A través de comentarios sonoros, breves y grabados, el Sistema Audesc no es más que una información extra y oral que ayuda al invidente a enterarse de todo lo que sucede en pantalla o escenario. Y todo mediante frases cortas pero relevantes; frases que aporten y no confundan o aturdan. El Audesc describe cómo es el lugar donde transcurre la acción, cómo es el protagonista que participa en la acción, qué otros aspectos significativos, sin diálogo, suceden en la acción.

¿Qué ropa viste equis personaje en equis escena? El Audesc lo dice. ¿Cómo está caracterizada el actor o actriz de turno? la voz en off lo audiodescribe. ¿Qué tiene a su izquierda y derecha fulanito? ¿Qué está bebiendo o qué acaba de sujetar? ¿Qué cara ha puesto H cuando Z le ha dicho J? ¿A dónde apunta la pistola de B? ¿Qué hay escrito en el cartel que está leyendo K? Bueno, ya os vais haciendo una idea.

Y si no…

En penumbra, una luz ilumina varios libros, uno de ellos Merlín y familia. En una repisa, folletos amarrados con un cordón. La mano de Malba desliza un dedo sobre el polvo.

«Audiodescripción del filme Brujerías».

Sí, gente, esto viene de perlas para seguir una película. Pero, sobre todo, para seguir una película de fantasía, ficción o acción, esas que prefieren tener más explosiones y choques de coches y persecuciones por aeropuertos, por ejemplo, que texto. Eso sí, las descripciones nunca interfieren en el diálogo, of course, de modo que se puede disfrutar tanto de lo que dicen  los personajes, como lo que hacen mientras lo dicen.

El quid está en rellenar las pausas y silencios con información, respetando efectos de sonido, música, argumento y guion.

El reto de verbalizar una imagen.

A toda producción con imagen se le puede añadir la audiodescripción sonora. Por ello el Audesc va más allá del llamado Séptimo Arte. Las obras de teatro también entran en el pack, por tanto. Y las series de televisión. Y los documentales. Y los monumentos. Y las exposiciones. Y los espectáculos en directo. Y los cuadros de los museos. Vamos, Ni los espacios naturales y temáticos se quedan atrás.

No importa el soporte en que se vaya a disfrutar de la producción en cuestión (DVD, DCP, Blu-ray, ordenador, móvil, sala de cine…) el Audesc se aplica a todo género, estilo y formato. Es bastante democrático, la verdad. Y no importa de qué vaya el tema. Lo mismo describe unos dibujos animados que un musical, o los jardines de la Alhambra al turista ciego de turno, como una pintura renacentista, la visita al Congreso de Madrid o una ópera o una película erótica.

El Audesc como palabra es el resultado de la unión de «audio» y «descripción». Es el puente a las opciones culturales de hoy en día que tienden Aristia, ONCE e Ilunion a los invidentes. Toda una mina de detalles audionarrados que nos ayudan a saber a qué, exactamente, le estamos regalando nuestra atención. Un amplio abanico de entretenimiento, ocio y conocimiento general a escoger en esta amplia Agenda Cultural.

Dicho lo cual…

¿Cómo se hace exactamente?

No es cosa de amateur. Aquí participan entendidos de la talla de guionistas.

Un experto (en cine, en teatro, en guion y en audiovisualizar cosas) selecciona una obra visual. La estudia. Clasifica su género (ópera, musical, pintura, etc.) y actúa en consecuencia. Esboza un guion descriptivo acorde a su género, lleno de detalles que complementen la trama o ambientación. Traduce lo meramente visual en un lenguaje sonoro. Y luego sincroniza ese texto confeccionado con la obra adaptada, haciendo coincidir acción o visión, con descripción.

Eh… ¿y ya está? Uy, no, qué va. Hay más aspectos técnicos. Pero como en receptores inalámbricos, las pistas sonoras, los códigos de tiempo, la traducción simultánea, los bocadillos de información, los métodos de emisión y un largo etc y etc entiendo más bien poco, permitidme que pase de puntillas y esquive esa camisa de once varas, y me limite a hablar de los resultados finales, que es donde está la chicha.

¿Y cómo se eligen las obras a audiodescribir?

Puff, ni idea de los criterios en los que se basan. Lo que sí sé es que CIDAT acepta sugerencias, aunque para ello tienes que ser afiliado a la ONCE o tener un amigo afiliado que hable en tu nombre. ¡Bah, no te cortes! Tal vez tu recomendación cuele… nunca se sabe.

Un clic… Una audiodescripción.

Hoy en día hay aplicaciones de todo tipo para los Smartphone y Tablet, y el sistema Audesc no iba a ser menos. Audesc Movile es esa audiodescripción al alcance de un clic que uno puede descargar en el móvil, ya use iOS o Android. Accesible tanto para ciegos totales como para quienes gozan de resto visual, que empiece el banquete, que esta APP no se queda corta y vale tanto para cuando uno está de cuerpo presente en el cine o teatro como cuando prefiera estar en casita y usar las plataformas digitales.

No son las obras ya audiodescritas, ojo; tan sólo el texto audiodescrito, que no es lo mismo.

«Ah, pues vaya», estaréis diciendo. « ¿Y entonces?»

Entonces descargaros la aplicación. Navegad en el catálogo de obras. Escoged la que en ese momento os guiñe más el ojo u oído (cortometraje, ópera, etc.). Y sentaros a disfrutar. Dejad que el móvil o dispositivo a gusto de cada cual capte unos segundos de la reproducción de turno, que de sincronizar escenas y mensajes audiosonoros ya se encarga la APP.

Otra muy buena opción es Whatscine, una aplicación del 2013 que busca independencia e igualdad para todos los ciegos que quieran disfrutar del ocio y la cultura. Es bastante útil y manejable, aun cuando sólo se centra en la accesibilidad de cine y televisión. ¿Lo mejor? Que rompe la brecha de los idiomas, pudiendo escoger la versión original del producto, y no se limita a las audiodescripciones para ciegos: también piensa en los subtítulos para invidentes, y en la Lengua de Signos Española para los sordos.

OK, OK. Si se os hace mucho jaleo, ¡truco! Ivoox es la solución. Buscad Audesc y tendréis películas y series y documentales para rato. Teatro no (pena) ni monumentos ni exposiciones ni la historia de arte de un cuadro, que eso ya es mucho pedir. Pero el catálogo es, eso sí, súper amplio. ¡Probad!

Por cierto que el Audesc también está presente en los contenidos de televisión. Tanto en unas pocas públicas como en unas pocas privadas. No tanto en las series, que se pueden ver en diferido con las aplicaciones de arriba, sino dentro de los propios contenidos del canal, una vez lo sintonices.

Claro que no todos los canales tienen esta opción y, muchos de los que lo tienen, lo siento, pero no son muy buenos. O la voz en off está muy baja, o lo que describe es poco e irrelevante, menos que nada, en muchas ocasiones. Pero oye, tiempo a tiempo. El primer paso, que es incluirlo, ya está dado. Ahora sólo falta ir perfeccionándolo con la práctica.

Sin Audesc, un ciego no puede disfrutar de una obra visual.

¡Farso! ¡Farso! Y falso.

La ceguera existe desde que el hombre es hombre y la prehistoria, historia. En comparación, la audiodescripción es un recién nacido. ¿Útil? Sí. ¿Apreciable? Desde luego. Pero no imprescindible y, sin lo cual, un ciego puede perfectamente culturizarse.

Podemos disfrutar de la cultura con o sin audiodescripción. Caramba, que para seguir la trama sólo hace falta oídos y un poco de atención, pues oye, como hace todo hijo de vecino, vidente o no. Los diálogos, en las películas y teatros, son un buen hilo conductor. Y la banda sonora, oye, es un buen acompañante. ¿Qué es lo mismo? No, por supuesto que no. Pero uno, es posible; dos, es independiente; y tres, es lo que acabamos haciendo el noventa por ciento de las veces, que no todas las obras de teatro o series o exposiciones o pelis están adaptadas y no por eso dejamos de consumirlas o de hacernos freaks (no me señalo, ejem).

Cierto. La dificultad aparece en tema de museos y cuadros o monumentos o exposiciones, donde la audiodescripción viene a salvarnos la visita. Pero eih, el amigo o amiga de al lado que nos acompaña puede / suele hacer ese mismo papel, respondiendo nuestras preguntas y completando la información que, visualmente, no podemos captar.

Anécdota: Mi primer Audesc.

Recuerdo la primera vez que oí una audiodescripción. Fue en el colegio de la ONCE de Madrid, donde estaba interna. Teníamos dos Salas de Televisión (no, no éramos muy originales poniendo nombres, xd) una para mayores y  otra para los peques. La película en cuestión era El Rey León.

El caso es que, en ese entonces, yo ni sabía qué era eso del Audesc. Y no dejaba de preguntar a los de al lado quién era ése que hablaba todo el rato y por qué. ¡Me ponía muy nerviosa, la verdad! No me gustó. Nada de nada. Creo que influyó el que era la primera vez que no podía cantar con Simba, y para la enana que era yo entonces, para quien recitar de memoria la peli era el no va más, fue un mazazo, y no me pensé ni dos veces cargarles el muerto de mi disgusto a los de la audiodescripción.

Sí, lo admito, después de eso durante unos años me negué en redondo a consumir Audesc. No sé en qué momento cambié de opinión. Ni qué película me reconcilió con la audiodescripción. Lo que está claro es que necesité de un periodo para acostumbrarme y hoy en día me gusta volver a ver una peli con audesc, lo confieso, aun cuando ya la haya visto antes en formato tradicional.

¿Moraleja? Dadle una segunda y tercera oportunidad. Al principio puede ser muy chocante; y si encima os topáis con una audiodescripción mal hecha a lo deprisa y corriendo, peor todavía. Pero una vez superada la primera toma y una vez adiestrados mente y oídos, vale la pena. ¡Really!

Y como un ejemplo vale más que mil palabras…

Y vosotros?

¿Habéis audiodescrito algo para alguien? ¿Conocíais ya el audesc / lo probaríais alguna vez? ¡Dejadme leeros!

6 Comments

  1. Está muy bien este artículo, te superas con él, pero la parte que más me gusta sin ninguna duda es en la que explicas que los ciegos también disfrutamos de la cultura Sin audio descripción, aunque esta es una Ayuda muy valiosa

  2. Wow, Audesc sembra davvero un software fenomenale! Non vedo l’ora di provarlo… 🙂 Grazie come sempre, Marisa, per le tue spiegazioni tecniche dettagliate e per il tuo stile appassionato e appassionante! 😉

    1. Oh, grazie a te, per il tuo interesse, lettura e commenti in ogni post. Sono contento che tu l’abbia trovato così interessante. Grazie per il commento! Leggiamo!!!

  3. Me identificado mucho contigo cuando has contado que la vez no te gustó una película con audesc. A mí me pasó exactamente lo mismo. De hecho renegué de él hasta que un día, viendo la película del señor de los anillos, que previamente había visto sin audesc, y no me Había gustado, el verla con al des cambió por completo. Es más tengo que decir que esa película la visto ya muchas veces y no entiendo como la primera no me puedo gustar. Supongo que será por la cantidad de cosas que no sabía que estaban ocurriendo, y me perdía. así qué Como bien has dicho supongo que hay que adaptarse al sistema, ya que cuando estás acostumbrado a algo, Cuesta adaptarte a lo nuevo.

    1. Uau, ya no estoy sola en una primera mala experiencia de audesc! jeje
      Exacto! El Señor de los Anillos es una de esas películas que ganan mucho no, muchísimo, con audesc. Independientemente de que luego te guste o no, no cabe duda de que te acabas con más material que juzgar que viéndola únicamente sin audiodescripción.
      Un saludo y mil gracias por comentar!

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