¿Cómo comunicarte con una persona con discapacidad? Consejo de la semana.

¿Cómo comunicarte con una persona con discapacidad? ¡Eso es…! ¿Cómo? ¿Cómo hablar con una persona ciega? La respuesta puede parecer obvia para algunos, compleja para otros. En esta primera tanda de consejos y recomendaciones semanales, vamos a hablar de cómo no meter la pata a la hora de relacionarse con alguien con discapacidad… visual, en este caso, aunque bah, honestamente el consejo es realmente aplicable al trato con el resto de discapacidades, así que sigue leyendo y… ¡no te lo pierdas!

¡Ay, ay, un ciego! ¿Cómo debo comportarme?

¿Conoces a alguien ciego y quieres tratarle pero no sabes cómo?  ¿Quieres sentirte cómodo al hablarle pero estás más perdido que un grano de arroz en una olla de garbanzo y ni idea de cómo empezar?

Tan verdad como que las ranas no crían cuervos, hay gente que no sabe cómo tratar a las personas con alguna discapacidad, en concreto a esas que ven poco y menos que nada. Lo entiendo. Pero que lo entienda no significa que me guste. Y como no me gusta, vamos a ponerle remedio desde aquí y a partir de ya. ¿Vale? Vale.

El hecho de tener que hablar del tema es triste, pero necesario, porque refleja los miedos y dudas que tienen muchos (muchísimos) a la hora de relacionarse con los ciegos. Y es simplemente por miedo, vergüenza e ignorancia: a decir algo embarazoso, a hacer algo fuera de lugar, a parecer un patán, a quedar ante ese ciego en cuestión como una persona insensible o con poco tacto, a… ¡uff, la lista de razones y miedos y dudas e inseguridades es extensa!

El secreto está en entender, desde el minuto cero, que no hay unas pautas específicas de comunicación e interacción o conducta social, unas reglas que, seguidas a rajatabla, en orden y en detalle, te darán las claves para una comunicación de éxito e infarto con esa persona con discapacidad. Ay, siento romperte los esquemas pero… ¡Eso! ¡No! ¡Existe!

Respeto, cortesía y normalidad.

Recuerda y grábate en la mente las tres palabras elementales para toda (¡toda!) relación social: respeto, cortesía y normalidad.

Entendido, aceptado, asimilado y recordado esto, es momento de acercarse y relacionarse con el ciego de turno. Y a hacerlo con normalidad y naturalidad, con la misma timidez o descaro, con la misma introversión o extroversión con que lo harías con una persona sin ceguera ni discapacidad a la que no conoces y con la que, sin embargo, te gustaría relacionarte, por los motivos que sean.

¡Naturalidad!

En otras palabras… cuando te encuentres con alguien que ve poco o directamente nada, no le des un trato diferente, tímido o agresivo. Trátale como tratas al resto común de la gente. Si lo haces, no se sentirá ni bien ni especial, al contrario. Solo le estarás incomodando, le estarás dejando claro que no le consideras un igual. ¿Y por qué? porque no ve. ¿No te parece una  mala excusa? ¿Una gran tontería? ¡Pues eso!

Háblale normal.

Cuando te dirijas a él o ella, no hace falta que grites. ¡Es ciego, caramba, no sordo! De hecho, ni siquiera deberías gritar a un sordo, por cierto, porque… bueno… ¡es sordo! ¿Y sabes? Por más que le levantes la voz no te va a escuchar, jua jua, y si lo hace, estás hablando con alguien con problemas auditivos o, dicho sin tantas miras, alguien que escucha poco y mal, por tanto, y en tal caso, la cosa cambia.

No cambies tu vocabulario.

¡Ni se te ocurra!  Por nada del mundo dejes de usar los verbos «mirar» y «ver», únicamente porque esa persona ni vea ni mire, visual y ocularmente hablando, se entiende. Es ridículo, de verdad; y del todo innecesario. ¿Crees que no sabe que no ve? ¿Crees que tu pregunta, usando «ver» y «mirar», le va a ofender o doler o sentar como una patada en todo el hígado? Déjame que te lo aclare: no; y no.

Sabe que no ve (con los ojos) y que tiene poco resto visual (en los ojos). Pero tu pregunta, esa donde eliminas esos dos verbos, esa que tú crees que está dicha con tacto, solo le va a dejar tan claro como escrito en letras grandes y chillonas en el cielo, que eres tan consciente de su ceguera (o discapacidad) que te incomoda. Y a nadie le gusta incomodar. Porque entonces se siente incómodo. Y dos personas que están incómodas son dos personas que jamás podrán comunicarse, entablar una relación como es debido, romper el hielo primero, y eliminar barreras después.

Recomendación para hablarle a esa persona que no te ve.

Así que ahórrate y ahórrale la típica pregunta de «¿te gusta escuchar una película o serie?» Y dile si ha visto ¡visto, vis-to! esa película o serie en cuestión. Invítale a ver… algo. Pregúntale si ha visto… no sé qué. Si le pillas buscando algo, recuérdale si ha mirado en… donde sea. Comenta con naturalidad la cara que ha puesto… Q, cuando R ha hecho… Z.

Consejo para relacionarte con esa persona que no te ve.

Resumiendo, mírale y trátale como miras y tratas al resto de tu gente. Ni su bastón ni su perro guía ni sus gafas oscuras ni, muchísimo menos su ceguera, te deben cohibir y condicionar tu trato.

¿Quieres tratarle con normalidad? ¡Pues sé normal!

¿Quieres demostrarle que no te importa que no vea? ¡Pues que no te importe!

¿Quieres que su ceguera no os limite? ¡Pues que no os limite!

¿Quieres irte con él o ella de marcha y acabar borrachos perdidos y ciegos de alcohol? Ah, bueno, yo ahí ya no entro y… uh… me retiro… me retiro.